¿Qué mensajero escuchas?

¿Qué mensajero escuchas?

En 1 Reyes 18, Elías hace que fuego descienda del cielo, acaba con 400 profetas de baal, los degüella y tiene una grande victoria; y ahora le llega esa noticia a Jezabel, quien envía un mensajero a decirle a Elías que, al otro día, él estaría como aquellos profetas. Elías huye al desierto, y pide a Dios que le quite la vida.

“5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. 6 Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. 7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.” 1 Reyes 19:5-7

Ese término ángel se refiere a mensajero. Jezabel manda un mensajero, pero Dios manda otro. Cada vez que el mundo te manda un mensaje, Dios te manda otro; la pregunta es: ¿A qué mensajero tú escuchas? ¿Cuál mensaje tú vas a escuchar? Un mensajero dice: Mañana vas a morir. En otras palabras: No tienes futuro, no tienes mañana. Es curioso que Elías reaccionara a la amenaza de muerte de la primera; porque, muchas veces, hace falta un solo mensaje negativo para que tú salgas corriendo; pero Dios tuvo que hablarle dos veces. Quizás a ti, hoy, ya Dios te ha hablado dos veces, tres veces, cuatro veces, y esta palabra para ti hoy es una quinta vez, una sexta vez, una séptima vez, para decirte una sola cosa: Levántate, porque largo camino te resta. Dios no ha terminado contigo.

Reaccionamos rápido al mensaje de que no tenemos mañana; pero qué grande es Dios que no se da por vencido; si Él tiene que repetirlo, lo va a hacer, hasta que tú entiendas que Él quiere hacer algo más grande en tu vida. Dios te dice hoy: Levántate, porque largo camino te resta. Hay muchas cosas por completar, por cumplir, y llegó el momento que salgas de donde te encuentras. Quizás, hoy, tú estás deprimido, cansado, piensas que no hay razón para luchar. Dios te envía, hoy, este mensajero que te dice: Largo camino te resta.

Todos, en algún momento dado, sufrimos cansancio. Este momento de la vida del profeta viene luego de una gran victoria. Luchó contra los profetas de baal, hizo que fuego bajara del cielo, y degüella a los 400 profetas de baal, por lo que vino el cansancio físico. Pensamos que un día tendremos una gran victoria y que todo acabará ahí; pero una gran batalla te lleva a otro nuevo reto. Elías se deprimió porque ¿qué haría después? Pensó: Se acabó, todos entenderán ahora que Jehová es Dios. Tú piensas que, cuando alcances tal cosa, tu familia va a entender finalmente, pero tienes una gran victoria, y te das cuenta que tu tarea no ha terminado, porque una gran victoria no te da la totalidad de lo que Dios quiere hacer por ti y a través de ti. En el capítulo anterior, Elías dice que si Jehová es Dios le sirvan a Él, y si baal, pues que le escojan; Elías pensó que con aquella demostración quedaría evidenciado que Jehová es Dios y terminaría la indecisión de todos, por lo que Elías acabaría su cometido. Pero aquel era el comienzo de una nueva temporada.

Vives temporadas de frustración porque piensas que, cuando pase tal cosa, acabarán tus penas, o entrarás en una nueva etapa de descanso. Piensas comprar una casa, pero después quieres salir de ella por el mantenimiento, por el pago; porque la casa conlleva otro trabajo. Todo el mundo se planifica para la boda y para la luna de miel, pero duro es mantenerte casado. La gente piensa que alcanzan algo, que logran algo, y que ahí terminaron, pero no es así. La vida es más que una victoria, por más grande que sea. La vida es un camino, un recorrer. Cada vez que tienes una gran victoria, muchos se van a impresionar, pero siempre estará la Jezabel envidiosa que querrá que tú no tengas futuro. Pero qué poderoso y grande es Dios que, cuando Jezabel te manda a decir que tú no tienes futuro, Él te manda otro mensajero que te dice que tú sí tienes mañana.

El mundo te había dicho que tú no tenías mañana, pero estos mensajes te han hecho ver que hay mucho más por hacer, por alcanzar, que lograr y que vencer.

Elías, se convirtió – en su mente– en una persona incompetente; pero esto vino a causa de su agotamiento mental. Mark Zuckerberg usa una camisa igual todos los días porque cada decisión que tú tomas, por pequeña que parezca ser, consume energía. Se hizo un estudio en el que a un grupo se le puso galletas y al otro vegetales. El cansancio mental puede llevarte, en un momento dado, a un desgaste emocional del que tú tienes que estar consciente porque te puedes poner en momentos vulnerables en tu vida.

Lamentablemente, muchos están tan agotados emocionalmente por todas las decisiones que han tenido que tomar, que ahora cuando llegan al punto culminante de su vida, no tienen las fuerzas para seguir. Tienes que estar consciente de que sí existe un desgaste espiritual, emocional. Y es por esta razón que tú tienes que aprender a escuchar la voz del mensajero de Dios; porque lo único que te dará fuerzas para continuar y no hacerte un incompetente, es escuchar la voz de Dios que te deja saber que Él tiene un plan para ti.

En 1 Reyes 17, en múltiples ocasiones, el profeta Elías dice: Oí de Dios. Y, mientras oía de Dios, fuego bajaba del cielo, tenía la fuerza para hacer lo que tenía que hacer; el día que dejas de oír la voz de Dios y comienzas a escuchar la voz de los hombres, ese día te sientes totalmente inadecuado para lo que Dios quiere hacer contigo, y es cuando piensas que tu día ha terminado. Por eso, no debe ser una decisión difícil hoy qué palabra tú vas a escuchar. Decide no gastar tanta energía mental. Decide que cada mañana tú vas a escuchar una sola palabra: Oye a Dios y, mientras lo oyes, fuego va a bajar del cielo.

El día que tú dejas de oír a Dios para escuchar a Jezabel, ese día terminas deprimido, en una cueva, exhausto, frustrado; porque estarás buscando cómo tener mañana, sin darte cuenta que tu mañana tú lo tienes, no por tus fuerzas, sino porque Dios tiene algo que tú tienes que completar.

Largo camino te resta. Deja de estar gastando tus energías en oír lo incorrecto, y comienza a concentrarte en lo que Dios quiere y ha dicho para tu vida.
DIOS ES BUENO !!

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